Agencia MANL
Estado de México.- La situación vial en el Estado de México ha llegado a un punto crítico, con un crecimiento desmedido del uso de motocicletas y mototaxis en zonas urbanas y semiurbanas, en especial en municipios como Nezahualcóyotl. Este fenómeno, que parecía una solución rápida y accesible para la movilidad en áreas de calles estrechas y alta demanda de transporte, ha derivado en una crisis de seguridad, infraestructura y regulaciones. Los testimonios de los ciudadanos, preocupados por el impacto de esta problemática, ponen en tela de juicio las acciones del gobierno encabezado por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez.
Cursos de capacitación: ¿Un parche insuficiente?
En un intento por paliar la crisis, el gobierno estatal organizó un curso de capacitación para motociclistas y mototaxistas, con el objetivo de reducir los accidentes que afectan principalmente a jóvenes entre 15 y 29 años. La formación, que tuvo lugar en las instalaciones de la FES Aragón en Nezahualcóyotl, contó con la participación de 40 motociclistas. Sin embargo, la iniciativa ha sido vista por muchos como una acción simbólica, incapaz de atender la raíz del problema.
Ajla Hernández, una de las voces críticas de esta situación, comenta que el crecimiento desmedido de mototaxis, acompañado de la falta de regulación, ha llevado a un aumento alarmante en los accidentes viales. Hernández señala que este medio de transporte, en un principio implementado para generar empleo y mejorar la movilidad en zonas de difícil acceso, ha degenerado en un sistema donde las motocicletas no reciben mantenimiento adecuado, y los conductores no respetan las normas básicas de tránsito. Según su perspectiva, la falta de conciencia y la nula planificación han convertido al transporte en un "mal necesario", que, aunque genera ingresos para muchas familias, representa un riesgo constante para los usuarios y peatones.
Opiniones divididas y creciente desesperación
Las quejas de los ciudadanos no se detienen en la falta de mantenimiento o regulación. Rolando Mota, uno de los críticos más severos, sostiene que ni los cursos ni las advertencias lograrán cambiar la actitud de los motociclistas y mototaxistas: "Ni aunque se mueran en un accidente van a entender, se necesita mano dura para que aprendan". Su comentario resalta la frustración de una población que sufre a diario las consecuencias de un sistema de transporte descontrolado.
Luigui Sotelo es más directo, sugiriendo que se envíe "al corralón a toda la bola de ineptos sin casco, con sus chingaderas de motos ruidosas". Sus palabras reflejan un sentimiento generalizado de hartazgo ante las acrobacias en la vía pública, el exceso de pasajeros por vehículo (incluso con menores de edad), y la impunidad con la que operan muchos motociclistas.
Para otros, como Maciel, la solución pasa por un cambio profundo en la educación vial: "Es momento de fomentar las escuelas de manejo como los DMV en Estados Unidos". Según su propuesta, un sistema de licencias que exija conocimiento teórico y práctico reduciría significativamente los accidentes. Este tipo de políticas, señala, son inexistentes en el Estado de México, donde cualquier persona puede operar una motocicleta sin tener la formación adecuada.
El mal estado de las calles y carreteras del Estado de México también es parte del problema. Laura Olmos, una residente, se pregunta con indignación cuándo el gobierno de Delfina Gómez Álvarez se ocupará de mejorar la infraestructura vial. La proliferación de baches y topes mal diseñados no solo dificulta la circulación, sino que también agrava los problemas de movilidad y seguridad, especialmente para los motociclistas y mototaxistas, que transitan a altas velocidades sin respetar los límites.
Manuel Nava, por su parte, destaca que el problema se ha salido de control: “Para dos millones de motos que hay en el Estado de México, mmmmm... cómo les explico”. Su comentario refleja la magnitud de una crisis que no parece tener solución a la vista, y que afecta no solo a quienes utilizan el transporte, sino a toda la población.
La falta de respuesta gubernamental: ¿Hasta cuándo?
Si bien el curso de capacitación es un paso en la dirección correcta, muchos consideran que es una respuesta insuficiente ante un problema que ha ido creciendo sin control. Saul Ortega sugiere que la Secretaría de Movilidad debería aplicar exámenes más rigurosos, como pruebas de sangre para detectar el consumo de sustancias por parte de los mototaxistas. Adela Antúnez añade que la irresponsabilidad de muchos conductores es alarmante: “No llevan casco, llevan bebés, se avientan a lo pendejo, y todavía se enojan”.
Delfina Gómez Álvarez, quien asumió la gubernatura con la promesa de transformar el Estado de México, enfrenta un desafío enorme. La regulación del transporte y la mejora de la infraestructura no son asuntos menores. La falta de acción contundente no solo pone en riesgo a los usuarios de mototaxis y motocicletas, sino a toda la ciudadanía.
Conclusión: Urge una reforma vial integral
El Estado de México necesita más que cursos de capacitación. Se requiere una reforma vial integral que incluya la regulación estricta de mototaxis, el establecimiento de escuelas de manejo, la mejora urgente de las vías y, sobre todo, una campaña de concientización que cambie la cultura de movilidad en el estado. La gobernadora Delfina Gómez Álvarez debe tomar medidas concretas y contundentes, de lo contrario, la crisis de movilidad seguirá cobrando vidas y afectando la calidad de vida de millones de mexiquenses.